No tengo nada que decirte
Porque decir es hablar
Y hablar es un mal trato
Cuando de tacto de trata.
No tengo nada que ofrecerte
Porque ofrecer es afirmar
Que tengo algo
Que te pertenece.
No tengo nada que esperar
Porque esperar es prender de un hilo
Que por más fuerte o por más fino
De los dedos
Se te escapa.