29 oct 2015

Do you want a guided tour?

Me llaman educadora, pero puedes llamarme como tú quieras.
Qué quieres que diga y lo diré.

Hablo de la estética postmoderna y su horizontalidad rizomática a especuladores. Otro día, de las lindezas de la pedagogía a unos estudiantes de magisterio que todavía tienen ideales. De la esencia de lo popular a viejitos que vienen a ver una época, si cabe, más triste que la de ahora.

Construyo castillos en el aire por dinero. Pero en vez de poner un tornillo en una tuerca, balbuceo contenidos dirigidos a unos usuarios, que no ciudadanos.  Me pagan por contar cuentos. De castillos y princesas, de héroes y malhechores, de prostitutas y queers.

La retórica, hoy, es la fábrica de los pobres. Los clowns de la sociedad de un espectáculo que no acaba. Dime qué quieres oír, porque soy toda tuya. La prostituta de un saber que se paga depende de quien tenga delante. Coleccionistas, miembros eméritos de dudosa moral, niños, niñas, profesores a quien educar.

De qué están hechas las ideas y te diré qué de dinero. Porque el lugar que las vende, las ofrece por muy poco. Tres euros la hora.

Qué duro está el oficio.