Alguien dijo una vez, que lo que ponemos en el cabecero de
la cama es siempre algo sagrado.
En el mío, hay colgadas unas banderitas de
verbena de colores monocromos como son el rojo, el lila, el verde, el amarillo,
el naranja o el azul.
De todas ellas, ya han caído algunas. ¿Será por los
arrebatos compartidos o porque la fiesta ha terminado?