Parece ser que todo vuelve a empezar. Vuelven a
aparecer momentos pasados convertidos en pequeñeces. Aquellos fantasmas ocultos
debajo de la cama resultan hoy visones empobrecidas por el tiempo, que todo lo
transforma, que todo lo destruye, o casi.
Parece ser que un nuevo viento vuelve a soplar desde
una pequeña ventana que da a un patio. Interior. Nuevas preguntas acontecen sin
someter el dolor, la pesadumbre o el desvarío. La melancolía nace de un lugar
nuevo, del lugar donde las palabras no son más que el cadáver exquisito de una
página más. De un párrafo más. De una frase más. De una palabra más. De una
letra de más. Hacia la conquista de lo inútil se renueva la osadía.